Con esta ley el Estado cumple un compromiso internacional que lo ha suscrito al reconocer el convenio 169 de la OIT; sin embargo me parece que la ley abre una gran esperanza en la población, principalmente en las zonas con conflictos sociales, donde hay un rechazo, una aparente negativa a aceptar proyectos transnacionales; hay que ver la forma de cómo se va a implementar.
Una primera impresión que tengo es: por ejemplo, ni bien salió la ley de la consulta, unos dirigentes vinieron a consultar si el proyecto Salqa Pukara se iba a someter a esta ley; entonces las expectativas vienen por ahí, en saber si los proyectos en marcha y que están aún pendientes de resolverse, van o no a encajar con esta ley; entonces el gobierno va a tener que resolver primero eso, le queda una tarea difícil. En segundo punto me parece que tiene que haber una gran difusión una vez que este refrendada, las comunidades campesinas, indígenas tienen que conocer de manera cierta los contenidos de la ley de consulta; para que esta expectativa pueda pisar tierra. Lo tercero: ¿qué va a pasar con aquellas cosas que la ley de la consulta no resuelva? creo que eso, es el otro desafío que le queda al gobierno y también a las propias organizaciones, se van a seguir haciendo mesas de dialogo.
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